Razones para migrar a la nube
Como vimos en notas anteriores, la migración a la nube mejora la eficiencia operativa y reduce los costos al minimizar la fricción asociada entre las tecnologías locales y las plataformas descentralizadas. Además, ayuda a evitar erogaciones innecesarias en soporte externo y reduce tiempos de inactividad. ¿El resultado? Una mejora importante en la experiencia del cliente y de la productividad de los empleados. Ahora veamos cómo impactan estos beneficios en distintas áreas de un negocio.
Tres áreas clave donde la migración genera importantes beneficios
- Costos: la nube permite controlar y optimizar los gastos con herramientas que ayudan a gestionar, predecir y analizar los costos de cada recurso. Además, permite elegir entre diferentes modelos de precios y opciones de pago por uso.
- Gobierno: la nube requiere una planificación cuidadosa y una transferencia de conocimientos para asegurar que cada entorno cumpla con los requisitos regulatorios. Asimismo, brinda herramientas y servicios que facilitan la gestión y el seguimiento del cumplimiento de manera eficiente.
- Seguridad: la nube brinda recursos y servicios que posibilitan una gestión integral de la seguridad. De esta manera, cuenta con herramientas que se ajustan a las mejores prácticas de protección de datos y que permiten controlar el acceso a ellos y a las aplicaciones. Asimismo, ofrece soluciones de encriptación y monitoreo continuo para detectar y responder a posibles amenazas.
En resumen, la migración a la nube no solo ofrece beneficios económicos, sino también un marco de gobernanza sólido y una infraestructura más segura. Elementos que, en definitiva, la convierten en una opción atractiva para muchas empresas que buscan optimizar sus operaciones y mejorar su postura de seguridad.
Pero…si la nube brinda tantos beneficios, ¿por qué suele existir reticencia a la hora de migrar?
La respuesta a esta pregunta es más concreta de lo que parece: las dudas a la hora de migrar surgen por la falta de conocimiento sobre el proceso, el temor a la interrupción de operaciones críticas y la incertidumbre en la gestión de datos confidenciales. Sin embargo, una planificación estratégica y una evaluación completa de las necesidades y requerimientos son esenciales para disipar estas preocupaciones. Veamos estos puntos en detalle.
Consideraciones para elegir una estrategia de migración
Para definir la estrategia de migración más conveniente, se debe considerar el contexto organizacional actual, el estado de la infraestructura local y el nivel de cumplimiento de las regulaciones. Sin embargo, hay otros aspectos a tener en cuenta.
Aspectos a considerar cuando se va a migrar a la nube y elegir un proveedor adecuado:
- Evaluación de conocimientos y experiencia: antes de embarcarse en una migración, es crucial evaluar el nivel de conocimientos y experiencia del equipo encargado de llevar a cabo el proceso. Esto implica determinar si el equipo tiene las habilidades técnicas necesarias para comprender los requisitos de la nube, manejar eventos inesperados y administrar eficazmente los recursos en la nueva infraestructura.
- Análisis del entorno organizacional actual: comprender a fondo el entorno organizacional actual es esencial para identificar las necesidades específicas de la empresa. Esto incluye evaluar las aplicaciones existentes, la infraestructura local y los procesos de negocio para determinar qué recursos son críticos, cuáles pueden trasladarse con facilidad y cuáles requieren ajustes adicionales.
- Evaluación de la infraestructura y aplicaciones actuales: es importante realizar un análisis detallado de la infraestructura existente y las aplicaciones de uso común para determinar si son compatibles con un entorno de nube.
- Análisis de requerimientos: en este punto es necesario identificar y comprender los requerimientos específicos de la empresa en términos de rendimiento, seguridad, escalabilidad y disponibilidad. Esto ayudará a definir los objetivos de la migración y a seleccionar la plataforma de nube más adecuada.
- Cumplimiento de normativas y regulaciones: cada negocio debe ser capaz de garantizar que la migración cumpla con las normativas y regulaciones pertinentes. Las empresas deben asegurarse de que la plataforma elegida satisfaga los estándares de seguridad y privacidad requeridos por las leyes y regulaciones aplicables a su industria.
Estrategias de Migración
Como hemos visto, antes de definir una estrategia de migración es necesario adoptar un enfoque progresivo y por etapas que ayude a garantizar una transición exitosa. Así, deben considerarse aspectos tales como la evaluación del entorno, la selección de aplicaciones para migrar y la creación de un plan detallado de migración.
De esta manera, el modelo de las 7Rs (Retirar, Retener, Rehospedar, Relocalizar, Recomprar, Replataformar, Refactorizar) proporciona un marco útil para determinar cómo cada aplicación o servicio se trasladará a la nube. Cada “R” representa un enfoque diferente para migrar aplicaciones y servicios, permitiendo una elección más precisa de la estrategia más adecuada para cada caso particular.
- Retirar
Esta estrategia implica identificar y eliminar las aplicaciones, servicios o datos que ya no son necesarios o que están obsoletos. Esto podría incluir la eliminación de aplicaciones que no se utilizan, sistemas antiguos que ya no son compatibles o datos obsoletos que no aportan valor.
- Retener
En esta estrategia, se decide mantener ciertas aplicaciones o componentes en su ubicación actual, posiblemente debido a restricciones legales, costos de migración prohibitivos o porque la aplicación no se beneficia significativamente de la migración a la nube.
- Rehospedar
Esta estrategia implica mover las aplicaciones existentes a una nueva infraestructura en la nube sin realizar cambios significativos en su arquitectura. Es una migración simple y directa que no requiere modificaciones en el código o la estructura de la aplicación.
- Relocalizar
Aquí, las aplicaciones se reubican y reconfiguran ligeramente para aprovechar las capacidades específicas de la nube. Puede implicar ajustes menores en la configuración para mejorar el rendimiento o la eficiencia de la infraestructura cloud.
- Recomprar
En lugar de migrar una aplicación existente, se adquiere una nueva aplicación basada en la nube que cumpla con las mismas funciones o servicios que la anterior. Esta opción es ideal cuando existe una solución cloud que ofrece mejores funcionalidades o costos más bajos.
- Replataformar
Esta estrategia implica realizar cambios significativos en la aplicación para adaptarla a la plataforma de la nube. Puede implicar la reescritura o reconfiguración de partes importantes de la aplicación para aprovechar las ventajas específicas de los entornos digitales.
- Refactorizar o re-arquitecturar
En esta estrategia, se realiza una revisión y rediseño significativo de la arquitectura de la aplicación para optimizarla al nuevo entorno de nube. Puede involucrar la reconstrucción de la aplicación utilizando servicios nativos de la nube, lo que proporciona una mayor escalabilidad, flexibilidad y eficiencia.
Cada punto tiene sus ventajas y desafíos. La elección de la estrategia adecuada para cada aplicación específica dependerá de varios factores, como los objetivos de negocio, la complejidad de la aplicación, los costos y el tiempo disponible para la migración.
Ejecución de la migración
Es momento de comenzar con la mudanza. Veamos los pasos necesarios para hacerlo con efectividad.
Planificación detallada junto al equipo de nube: antes de iniciar la migración, es crucial establecer objetivos claros, identificar las aplicaciones y datos a migrar, y crear un cronograma detallado. La planificación también debe abordar la gestión de riesgos e incluir un plan de contingencia para abordar posibles problemas.
Evaluación de recursos y capacidades: hay que asegurarse de que el equipo de nube tenga los recursos técnicos y humanos necesarios para llevar a cabo la migración de manera eficiente. Esto podría incluir la capacitación del personal o la contratación de un equipo tercerizado de expertos.
Selección de la estrategia de migración adecuada: como vimos en el punto anterior, se debe seleccionar la estrategia de migración que se adapte mejor a las necesidades de la organización, minimizando así el tiempo de inactividad.
Migración incremental: trasladar aplicaciones y datos de manera incremental a la nube reduce el tiempo de inactividad y minimiza el riesgo de pérdida de datos.
Pruebas exhaustivas: deben realizarse pruebas rigurosas antes, durante y después de la migración para identificar problemas y garantizar que todo funcione correctamente en el nuevo entorno.
Gestión de datos: es fundamental contar con estrategias que respalden los datos. Esto puede incluir copias de seguridad antes de la migración y sincronización de datos en tiempo real durante todo el proceso.
Monitoreo constante: el rendimiento de la infraestructura en la nube debe supervisarse en tiempo real. Esto permite identificar y abordar problemas de manera proactiva.
Formación del personal: los equipos deben estar capacitados para trabajar en la nueva plataforma en la nube y estar al tanto de las mejores prácticas de seguridad y operación en estos entornos.
Comunicación efectiva: los usuarios y las partes interesadas deben estar siempre informadas sobre la migración y los posibles tiempos de inactividad. La comunicación abierta y transparente es crucial para gestionar expectativas y minimizar problemas.
Documentación detallada: cada paso de la migración debe quedar registrado. Esto facilita la solución de problemas y permite una revisión detallada una vez que la migración ha finalizado.
Pasos Posteriores a la Migración
¡Lo logramos! Ya somos cloud. Ahora es momento de realizar tareas de optimización, establecer procesos de monitoreo y gestión, y disfrutar de la escalabilidad flexible, el almacenamiento seguro y el sinfín de beneficios que ofrecen estas plataformas. Sin embargo, ten en cuenta que cada organización es única y presenta necesidades exclusivas. Por ello, migrar a la nube es un proceso complejo, que varía según el contexto y que requiere de planificación. Por fortuna, el proceso de migración a la nube es elástico y adaptable cualquier estructura. Sin embargo, requiere de un trabajo arduo que debe realizarse escalonadamente. Desde la evaluación de tus activos digitales hasta la realización de complejas pruebas de seguridad, la migración a la nube involucrará a todos los departamentos de una organización. ¿El resultado? Formar parte de un mundo en constante evolución que se nutre de una enorme cantidad de posibilidades listas para ser aprovechadas.
Como vimos, dar el salto a la nube requiere de expertise y conocimiento, por ello en Nublit desarrollamos un servicio de Cloud Migration que se adapta a las necesidades de tu organización.
Contamos con profesionales que te acompañan durante todo el proceso para asegurarse de que tu migración a la nube cumpla con los requerimientos necesarios para lograr la excelencia operativa.
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