Vulnerabilidad de datos en la nube
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Vulnerabilidad de datos en la nube: un aspecto al que deberías prestarle mucha atención

La nube se ha convertido en una plataforma esencial para el almacenamiento, el procesamiento y el intercambio de datos. Y esta es una realidad que aplica tanto para individuos como para organizaciones. Sin embargo, al mismo tiempo, esta tecnología tiene algunos riesgos asociados. Amenazas que pueden derivar en consecuencias graves para los usuarios, los clientes y el negocio. De esta manera, no hay recetas mágicas. Las empresas deben ser capaces de conocer y prevenir las vulnerabilidades de sus datos en la nube, y adoptar estrategias y buenas prácticas de seguridad que garanticen su protección.

Vulnerabilidad de datos en la nube: un aspecto al que deberías prestarle mucha atención

¿Qué es cloud security? 

La seguridad en la nube es el conjunto de políticas, procedimientos, tecnologías y controles que se aplican para proteger los datos, las aplicaciones, la infraestructura y los servicios que se alojan en este tipo de plataformas. Así, Cloud Security abarca aspectos como la confidencialidad, la integridad, la disponibilidad, la autenticación, la autorización, la auditoría y el cumplimiento de las normativas de cada industria para la protección de datos. Estos aspectos son vitales, ya que la información es el activo más valioso y sensible para cualquier individuo u organización. Los datos alojados en plataformas de nube pueden contener información personal, financiera, comercial, clínica, legal o estratégica, que puede ser objeto de robo, pérdida, manipulación, filtración o exposición por parte de agentes maliciosos e incluso puede verse comprometida por eventos fortuitos como accidentes. 

  ¿El gran problema? Todos estos hechos pueden afectar negativamente a la reputación, la confianza, la competitividad, la rentabilidad y el cumplimiento legal de los usuarios, los clientes y el negocio. En otras palabras, pueden ser un antes y un después en la vida de las empresas. 

 

¿Cuáles son los tipos de vulnerabilidades en la nube? 

Como hemos visto, las vulnerabilidades en la nube son las brechas o los defectos en la seguridad que pueden ser aprovechados por los atacantes para interactuar con la información sin autorización o consentimiento. No obstante, … ¿Cómo se pueden clasificar? Veamos algunos de los tipos más comunes de vulnerabilidades: 

  • Acceso no autorizado: permite que un atacante acceda a los datos, las aplicaciones, la infraestructura o los servicios de la nube sin la necesidad de contar con permiso o credenciales válidas. Este tipo de incidentes pueden ocurrir por contar con configuraciones inseguras, vulnerabilidades de software, trabajar en dispositivos previamente comprometidos, entre otras cosas.  
  • Ataques de Malware: consisten en software malicioso o técnicas de rescate que utilizan los ciberdelincuentes para infectar, bloquear o cifrar los recursos en la nube sin el permiso de los usuarios.  
  • Ataques de Ransomware: son una forma de malware que bloquea el dispositivo o cifra los datos de la víctima y le exige un pago para devolverle el acceso. Los atacantes suelen pedir el rescate en criptomonedas o gift cards, y a menudo amenazan con borrar o filtrar los datos si no se transfiere el dinero. 
  • Fallos en la seguridad de la infraestructura: un atacante aprovecha o saca ventaja de los errores, fallas e interrupciones de la infraestructura física o virtual donde se almacenan los datos, las aplicaciones y los servicios de cada negocio. Sus causas pueden ser heterogéneas, pero todas suelen tener algo en común: provocan interrupciones, retrasos, pérdidas o daños que, en muchos casos, pueden ser irreversibles. 

 

Gráfico 4 etapas evaluación de la vulnerabilidad

¿Qué factores de riesgo existen? 

Así como existen vulnerabilidades, también existen factores de riesgo que aumentan la probabilidad de que estas ocurran. ¿Cuáles? Aquí te detallamos algunos de los más importantes: 

  • La naturaleza compartida y distribuida de la nube: la nube se basa en el uso de recursos compartidos, como servidores, redes, almacenamiento o aplicaciones que se distribuyen entre diferentes ubicaciones, regiones o países, y que se asignan dinámicamente según la demanda. Esto implica que la información puede estar expuestos a múltiples usuarios, proveedores, jurisdicciones o legislaciones, o bien que cuenta con diferentes niveles de seguridad, confianza, responsabilidad o control. Como te habrás dado cuenta, todos estos factores aumentan la complejidad, la incertidumbre y el riesgo de que se produzcan vulnerabilidades y, sobre todo, dificultan la detección, la prevención, la respuesta y la recuperación de los incidentes. 
  • La falta de visibilidad y control de los datos: migrar a la nube implica transferir la propiedad, la gestión y la operación de los datos, las aplicaciones, la infraestructura y los servicios hacia proveedores o terceros. ¿La consecuencia? Los usuarios o los clientes pueden perder la visibilidad y el control de la información, y pasan a depender de la transparencia, la confiabilidad y la seguridad de sus partners.  
  • La heterogeneidad y la diversidad de los datos alojados en la nube: como dijimos, los entornos cloud permiten almacenar, procesar y compartir una gran cantidad y variedad de datos. Información que puede provenir de diferentes fuentes, formatos, tipos o categorías, y que puede contar con diferentes niveles de relevancia. De esta manera, los datos alojados en plataformas de esta naturaleza están sujetos a varios estándares o regulaciones de seguridad. Un hecho que aumenta la dificultad, la responsabilidad y el riesgo de gestionar y controlar la información. 

¿Cómo impacta una brecha de datos en la nube? 

Si llegaste hasta aquí, seguro te habrás dado cuenta de que todas estas vulnerabilidades pueden tener consecuencias importantes para los usuarios, los clientes y el negocio. Incidentes que pueden afectar a múltiples áreas de una organización. Así, entre muchas otras cosas, las brechas de datos en la nube generan: 

 Impacto en la confianza del cliente. Se erosiona o, aún peor, se destruye la confianza que los clientes tienen en la infraestructura. Esto puede provocar una pérdida de usuarios, una disminución de la fidelidad y una reducción de la satisfacción que luego impacta en la recomendación del servicio.  

Pérdida de datos y costos financieros. Una brecha de datos en la nube puede suponer un daño irreparable de información que es vital o estratégica para el funcionamiento o el crecimiento del negocio. Las consecuencias no tardan en llegar e implican una disminución de la productividad, la calidad, la competitividad o su rentabilidad. Asimismo, disminuye la capacidad de innovación, de diferenciación o de adaptación al mercado.

 

Gráfico causas de la brecha de datos vulnerabilidad

 

Y entonces… ¿Cuáles son los grandes desafíos en la gestión de seguridad? 

La gestión de seguridad implica definir los objetivos, las políticas, los procedimientos, las responsabilidades, las tecnologías y los controles de seguridad que se adecuen a las necesidades, a los riesgos del negocio y a su infraestructura cloud. Además, implica evaluar, auditar y verificar el cumplimiento y la efectividad de las medidas de seguridad, y responder y recuperarse de los incidentes que puedan ocurrir. 

En consecuencia, la gestión de seguridad en la nube presenta una serie de desafíos que pueden dificultar o complicar su realización:  

  • Escalabilidad y complejidad de la infraestructura cloud. La nube puede abarcar múltiples niveles, capas, componentes, modelos, proveedores y ubicaciones, que se pueden ampliar, reducir o modificar según la demanda. Esto implica que la gestión de seguridad en la nube debe ser capaz de adaptarse y evolucionar junto a la infraestructura.  
  • Necesidad de una estrategia de seguridad integral. Es un plan de acción que define los objetivos, las prioridades, los recursos, las responsabilidades y las acciones de seguridad que se deben llevar a cabo para proteger los datos y la infraestructura en la nube. Este tipo de estrategias deben considerar todos los factores que puedan afectar a la seguridad, y establecer las medidas adecuadas para cada caso. Adicionalmente, una estrategia de seguridad integral debe ser coherente, consistente y estar coordinada entre todos los actores involucrados. 
  • Cumplimiento normativo y regulatorio. Es el grado de conformidad de los datos, las aplicaciones, la infraestructura y los servicios de la nube con las normas, los estándares, las leyes y las regulaciones correspondientes a cada industria. Implica verificar la efectividad de las medidas de seguridad implementadas y de responder y solucionar las posibles infracciones o sanciones que puedan derivarse de una falta de cumplimiento. 

Requisitos legales y regulatorios para la protección de datos 

Para hacer frente a los desafíos mencionados, es crucial considerar los requisitos legales y las obligaciones relacionados con la seguridad y privacidad de la información en cada país. ¿Cuáles son algunos de los más comunes? 

Requisitos de consentimiento. Establecen la necesidad de obtener la autorización expresa, informada y libre de los titulares o los propietarios de los datos para su tratamiento, transferencia o divulgación.  

Requisitos de seguridad. Señalan la necesidad de implementar las medidas de seguridad técnicas, organizativas y legales que garanticen la confidencialidad, la integridad y la disponibilidad de los datos en la nube. Los requisitos de seguridad también implican la obligación de notificar o comunicar los incidentes de seguridad que puedan comprometer la información, y de responder frente a ellos. 

Necesidad de cumplir con estándares de seguridad 

Además, los obstáculos de seguridad que hemos visto generan la necesidad de establecer estándares de seguridad bien definidos que, entre otras cosas, permiten: 

 

  • Mejorar la calidad y la eficiencia de las medidas de seguridad. Proporcionan un marco de referencia que ayuda a diseñar y mejorar las medidas de seguridad que se aplican a la nube, y permiten evaluar el nivel de protección alcanzado.  
  • Aumentar la confianza y la credibilidad. Los estándares de seguridad garantizan que los datos, las aplicaciones, la infraestructura y los servicios de la nube cumplan con unos requisitos, expectativas o exigencias de seguridad, reconocidos, aceptados o valorados por los usuarios, partes interesadas y autoridades.  
  • Cumplir con las obligaciones legales y regulatorias. Buenos estándares evitan o reducen las posibles infracciones o sanciones que puedan derivarse de una falta de cumplimiento de las obligaciones legales y regulatorias. 

De esta manera, ¿Qué estrategias y buenas prácticas ayudan a reducir el impacto de las vulnerabilidades?  

  • Cifrado y control de acceso. Son las medidas de seguridad que se encargan de proteger la confidencialidad y la integridad de los datos en la nube, al impedir o restringir el acceso o la modificación no autorizada o no deseada de la información. ¿Cómo funcionan? En primer lugar, el cifrado transforma los datos en un formato ilegible o incomprensible para evitar el acceso de quienes no tienen la clave o el algoritmo de cifrado. Por otro lado, el control de acceso establece los permisos, las credenciales, las políticas o los mecanismos que determinan quienes pueden acceder a la información. El cifrado y el control de acceso se deben aplicar tanto a los datos en reposo, como a los datos en tránsito o en uso, y se deben actualizar y revisar periódicamente. 
  • Gestión de Identidad y Acceso (IAM). Implica definir, asignar, verificar y controlar las identidades, las credenciales, los roles, los privilegios, los recursos y las actividades de los actores involucrados en el manejo de la infraestructura en la nube. La gestión de identidad y acceso (IAM) se debe realizar de forma centralizada, automatizada y segura, y se debe adaptar a las necesidades del negocio. 
  • Monitoreo continuo y respuesta a incidentes. Son las medidas de seguridad que se encargan de detectar, prevenir, mitigar y resolver los incidentes de seguridad que puedan afectar a los datos, las aplicaciones, la infraestructura o los servicios de la nube.  
  • Educación y concienciación. Tienen como objetivo difundir y actualizar el conocimiento, las habilidades, las actitudes y los comportamientos que se deben adoptar para proteger y mejorar la seguridad de la nube. 

 

¿Qué herramientas y tecnologías se pueden utilizar? 

Algunas de las herramientas y tecnologías de cloud security más relevantes o comunes son: 

  • Firewalls y Seguridad de Red. Son dispositivos, programas o sistemas que filtran, bloquean o permiten el tráfico de red entrante o saliente, según unas reglas, unos criterios o unos protocolos de seguridad.  
  • Soluciones de Detección de Amenazas. Son sistemas que monitorizan, escanean o examinan los elementos de la nube, y que utilizan diferentes técnicas, como firmas, heurísticas, inteligencia artificial o aprendizaje automático, para detectar las anomalías, las vulnerabilidades o las actividades maliciosas que puedan afectar a la infraestructura. 
  • Gestión de Eventos y Seguridad de la Información (SIEM). Recopilan, almacenan, procesan, analizan y presentan la información relacionada con los eventos o las incidencias de seguridad que puedan afectar a los datos, las aplicaciones, la infraestructura o los servicios de la nube.  

Tendencias de seguridad en la nube 

En rasgos generales, todo lo que hemos visto hasta aquí refiere a elementos fundamentales que no puedes dejar de conocer a la hora de encarar una estrategia de seguridad cloud y disminuir tu exposición a amenazas. Sin embargo, existen algunas tendencias emergentes que están marcando el futuro de la seguridad en la nube, y que conviene conocer y adoptar. Algunas de ellas son:  

  • El modelo de seguridad Zero Trust: se basa en la premisa de que ninguna entidad dentro o fuera de la red es de confianza por defecto, y requiere una verificación continua de la identidad, el contexto y el riesgo de cada solicitud. 
  • La detección y prevención de amenazas persistentes avanzadas (APT): son ataques sofisticados y prolongados que buscan comprometer los sistemas y los datos críticos de las organizaciones. Las soluciones de seguridad en la nube pueden ayudar a mitigar estas amenazas mediante el análisis de comportamiento, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático. 
  • La automatización de la seguridad en la nube: permite reducir el riesgo de pérdida de datos, mejorar la eficiencia y la escalabilidad, y responder rápidamente a los incidentes. La automatización puede aplicarse a tareas como el cifrado, la gestión de parches, la configuración de políticas, la respuesta a incidentes y la recuperación ante desastres. 
  • La adopción de estrategias multicloud: consiste en utilizar diferentes proveedores y servicios de cloud para distintos fines, como la optimización de costes, el rendimiento, la disponibilidad o la innovación. Esto implica un mayor desafío para la seguridad en la nube, ya que requiere una visión unificada y una gestión integrada de los diferentes entornos. 

¿Cómo puedes implementar todas estas herramientas en tu negocio y disminuir tus vulnerabilidades?   

En Nublit podemos ayudarte. No importa si te encuentras en la nube o fuera de ella (On Premise), si gestionas tu infraestructura con nosotros o lo haces por tu cuenta, trabajamos para que tu organización pueda acceder a todos los beneficios de la ciberseguridad. Nuestros especialistas son auténticos sastres digitales que te brindan la mayor confianza y personalización posibles. 

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